jueves

Elecciones USA 08: El equipo de McCain no aprendió del caso español

Tras el último debate televisado entre McCain y Obama, ojeo las portadas de algunos diarios estadounidenses. El NYT comenta que "McCain presiona a Obama en el último debate", según el diario neoyorquino, McCain aumentó el tono y la contundencia de sus preguntas acerca del caracter,la capacidad política y el buen juicio de Obama. McCain paso al ataque. El Washington Post incide en lo mismo, aunque titula sobre algo cuyo peso en la elección final será determinante: la economía. Titula que "McCain y Obama discuten sobre la economía y sus temas habituales de campaña", es decir, aborto, crisis económica y sobre cuál de los dos tiene una trayectoria política y personal más negativa. Ambos diarios también analizan la figura de "Joe, el fontanero", como un intento de McCain de acercarse al e infundarle miedo acerca de los impuestos que pagaría el ya celebre 'fontanero' con Obama. ¿No les resulta familiar?

Sí, inmediatamente pensé en "la niña de Rajoy".

Y es que las similitudes entre la campaña electoral estadounidense y la última campaña electoral española tienen muchos puntos en común. Desafortunadamente para McCain, ninguno de sus analistas conoce lo que ocurrió en España hace algunos meses. Si supieran y hubiera analizado lo que ocurrió aquí, no creo que hubieran caído en errores similares a los que cometió Rajoy y su equipo, como los ataques personales al rival o el viraje a la derecha, aunque en el caso de McCain resulta más sorprendente que desplazara su discurso desde la moderación a posturas más radicales. Es posible que sus asesores le dijeran que tenía que anclar el voto más tradicional de los Republicanos... ¿aun a costa de perder votos de centro?

Mis primeras percepciones sobre los candidatos se remontan a bastantes meses atrás, conversaba con mi buen amigo Jerome Socolovsky, periodistas estadounidense cuyos diseccionadores reportajes sobre la sociedad española son transmitidos por la NPR, la RNE estadounidense. Comentábamos ambos el parecido entre Obama y Zapatero, y la certeza de que ganara quién ganara, ya fuera Obama, Hillary (aún estábamos en primarias...), o McCain, la política estadounidense cambiaría, pues los tres eran muy distintos a Bush. Meses después ganó Obama, para nuestra sorpresa. Y la contienda electoral se convirtió en una repetición de la española: Zapatero/Obama contra Rajoy/McCain.

Y, curiosamente, el guión fue muy parecido. Cuando McCain eligió a Palin como vicepresidenta, muchos, la mayoría dijeron que fue un acierto. Tras hojear su biografía y leer su opinión sobre varios asuntos, sostuve lo contrario (afortunadamente tengo testigos en Weber Shadwick, como mi compañero Alberto Carballo, con el que he sostenido innumerables tertulias políticas). Sostuve que iba a ser un error. McCain estaba cometiendo la misma equivocación que Rajoy: estaba radicalizando su candidatura, escorándola a la derecha en lugar de moderarla y centrarla. Ese giro a la derecha unido a la crisis financiera heredada de Bush, le ha dado la puntilla, aunque la imagen de McCain esté muy alejada de Bush.

Al final, el votante, sea de donde sea, tiende a elegir opciones realistas, apegadas a la realidad y moderadas. Los estadounidenses ven en Obama un cambio moderado y una rutptura con el actual modelo económico. En McCain también podrían ver esa misma ruptura con el modelo económico, pero el ha preferido centrar su campaña en los ataques personales, en cuestiones como el aborto y en temas que, efectivamente, arrastran el voto de derechas, pero le alejan del voto moderado de centro. Les suena, ¿verdad? Rajoy hizo lo mismo. Conozco a bastantes votantes que optaron por Zapatero no porque les pareciera bueno, sino porque les parecía más moderado que Rajoy. Y basta con ver las actuales encuestas para darse cuenta que el nuevo discurso de Rajoy, más centrada, ya ha dado sus frutos, adelantando al PSOE en intención de voto.

En la parte final de cada campaña, viendo las elecciones perdidas, tanto Rajoy como McCain optaron por el mismo recurso. Uno sacó a su niña a pasear, el otro llamó a su fonantero partícular. En ambos casos el resultado puede ser el mismo. Y en ambos casos, sus asesores de comunicación se han equivocado. No se puede sacar un conejo de la chistera a última hora. La magia en la vida real no existe. Las campañas, mejor dicho, lo que se comunica en las campañas, es determinante y los mensajes anteriores no pueden borrarse de un plumazo con un fontanero o una niña. Eso es una chapuza. Y el votante lo percibe. ¿o no?

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2 comentarios:

Blogger Isabel Ramis ha dicho...

La comparación tiene su fundamento, pero no hay que olvidar que se trata de dos sociedades con recorridos muy diferentes... De ahí la "emoción".

Esa comparación me recuerda a la que se puede realizar entre una novela y su adaptación al cine. Aunque comparten el guión, son diferentes en su "modo de ser"...

9:39 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Uy, esta mañana cuando lo vi en las noticias no pude evitar acordarme también de la pobre niña de Rajoy. Esas cosas de la sintonía de ideas y forma de pensar...

11:00 a. m.  

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